Tobi está enfermo cuando va al camping. Los amigos de Tobi y él acampan el fin de semana. Quieren empezar a las ocho de la tarde porque es el mejor tiempo para acampar para ellos.
Mientras Tobi cruza un semáforo, sus amigos le asustan a Tobi, seguiendo a él hasta un rincón donde está oscuro y tocan a Tobi con una mano fría en su cabeza. Por supuesto, Tobi grita como un energúmeno. Sus amigos se echan a reír, todo lo contrario de Tobi, al que no le gusta. Mientras los chicos se ríen, Tobi está muy triste, pero no intena dejar ver a sus amigos que está triste. Cuando los chicos se calman, empiezan a montar la tienda de campaña, pero a Tobi le duele la cabeza, por lo cual no puede ayudar a los chicos.
Por la noche Tobi no puede dormir, sus amigos duermen ya desde hace dos horas. Como a Tobi le gusta el bosque, sale de la tienda de campaña. Tobi mira a la lejanía y sólo escucha los ruidos de la noche cuando uno de los chicos se levanta y pregunta a Tobi: «¿Por qué estás fuera? ¿Estás enfermo?» Tobi contesta: «Has adivinado correcto. Me duele la cabeza. Además, tengo que escribir un examen mañana. Tengo que estar en forma para el examen. Creo que puedo dormir mejor si duermo en casa.» El chico pregunta: «¿Por qué no nos has contado que estás enfermo?» «No sabía que iba a estar mal. Además, todovía no he faltado desde el comienzo del año escolar. Faltan sólo tres semanas antes de empezar las vacaciones. No quiero arriesgar esto.» «Bueno, ahora comprendo. Pero la próxima vez nos contarás que no tienes ganas de pasar la noche en una tienda de campaña.» «Sí, yo sé. Pero es falso que no tenga ganas. Todo lo contrario, me encanta pasar la noche fuera. Sólo estoy enfermo.»
El chico sonríe como si algo divertido hubiera pasado. Pero la sonrisa se cambia rápidamente en una expresión seria. «Sí, puedes contar conmigo. ¡Hasta mañana, Tobi!» Tobi se despide de su amigo y después de tres minutos Tobi se duerme en su cama.
escrito por Luis Meinhardt (8/2)